Hoy entendí que el verdadero valor de un blog no radica en su función de descargarnos de lo que nos pasa en el día o en darnos un espacio para mostrar algunos escritos; el verdadero valor de un blog es dejarnos mostrar esa parte de nosotros que no queremos que nuestras familias y amigos vean. Es de hecho por eso que podemos escribir algunas de las cosas que mostramos en los escritos, son nuestros confesionarios que nos permiten sentirnos acompañados en el sentimiento que tenemos.
Pero que pasa cuando ese espacio sagrado para nosotros es conocido por aquellos que se ven reflejados en el mismo, cuando es profanado nuestro templo y vemos que nuestra mente quedó desnuda frente a la gente menos indicada.
Nosotros confesamos nuestra alma en un post y es por ello que en algunos caso lo peor que puede pasar es que los lean nuestros padres.
Irma entiendo lo que sientes, espero que puedas recuperar un poco lo que se perdió cuando te leyeron el blog en tu casa. Recuerda que siempre tendrás el apoyo de todos los que te han leído y que saben lo que es tener un blog.
1 comentario:
UY.... me veo reflejada completamente aquí.. Mi blog fue monitoreado por un tipo sin oficio... hasta el punto de lograr que personas cercanas a mí se enteraran de algunos escritos.. algo comprometedores.. jeje :). Y bueno... lo demás es historia.. me tocó cerrar mi blog... perder muchos contactos bloggeros.. olvidar todos mis escritos.. y empezar de cero... con nuevo blog, nuevo nick... el mínimo enlace con mi anterior identidad y varios amigos en declive y no tan amigos.
Aunque ya ni me importa... jejeje.
Saludos...
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