jueves, 31 de julio de 2008

todo por un amigo I


-Sé cuanto lo extrañan, para mi él no significa mucho; pero para ustedes fue un gran amigo. ¿Qué me ofreces si te demuestro que puedo traerlo de vuelta?, no me gusta perder tiempo dorando la píldora, por eso te lo pregunto de una vez.

Se quedó mirando en las ojos verdes de su interlocutor mientras tomaba un sorbo de cerveza, disfrutaba de la cara de estupefacción de quien fuera en otro tiempo uno de sus amigos. Estaban en una mesa de una tasca en la isla de margarita, muchas cosas habían cambiado pero “la taguarita” no mostraba el mejor cambio, en ese mismo sitio de hecho le habían ofrecido dos años antes el mostrarle las puertas del poder.

Miro hacia su derecha donde estaba el espectro que siempre le acompañaba desde la iniciación, desde ese día que había dejado de tener sentimientos y tenía suficiente poder para lograr lo que ofrecía.

José se río al principio de la idea de lo que estaba proponiéndole, le dijo: “verga chamo, estas más borracho de lo que pensé”; pero luego se dio cuenta por la manera como lo veía que no era broma ni efecto del alcohol. De verdad le estaba ofreciendo el revivir a una persona, aunque sabia que el precio era seguramente muy alto. Una vez que comprendió que era en serio, se dio cuenta de lo que esa posibilidad significaba para él.

Los ojos de José se humedecieron una vez que pensó en poder ver de nuevo a Darío, en cambiar esas imágenes de la última vez que se vieron y la sensación de que debió ser él quien muriese ese día. Carlos Raúl, se sonrió y mientras prendía un cigarro le dijo que por lo que veía entendía al fin lo que le estaba proponiendo, y le ofreció una prueba.

-Verga marisco, si logras siquiera que hable con él una ultima vez creo que hasta te doy el culo- dijo José, mientras miraba la cara de satisfacción de Carlos.

Esa es justo lo que había pensado como prueba de que puedo llegar a traerlo de vuelta, para mí el hacer que hables con él es un juego. Con respecto al pago, aunque tentadora tu oferta no me interesa ese pago. Por ahora me conformo con que te encargues de los gastos de la noche.

Dicho eso sacó si fiel navaja del bolsillo, una navaja corta negra, y se hizo una pequeña cortada en el pulgar. Mientras iba trazando un pentaculo en la mesa, le explicaba a José que para abrir las puertas de los mundos se necesita algo de sangre; generalmente una gota o dos, pero en el ritual de resurrección se necesita un tanto más.

Cuando termino de trazar los símbolos, coloco la mano en el centro y empezó a murmurar unas palabras que José no logro entender. Hizo un movimiento como de que iba a levantar la mano, pero se detuvo un momento antes de levantarla y le advirtió a José que no gritara y que disimulara lo que estaba pasando que no todos pueden saber que estaba hablando con un muerto. Después levantó la mano revelando que debajo estaba la cara de Darío, la mesa se había convertido en una ventana al mundo de los muertos.

Carlos le dijo que le daba un momento para hablar a solas con Darío pero que no mucho, quería que algunas cosas faltaran para cuando lo reviviera. Le advirtió que la ventana se cerraría en 15 minutos, que lo llamara cuando tuviera al menos 7 personas interesadas en revivir al chamo, y que dieran casi cualquier cosa por lograrlo. Total a eso es que lo había llamado para negociar ese trabajo, se paro y se fue a comprar algunas cosas en rattan.

viernes, 4 de julio de 2008

pensamientos en el diario 1

Un día como pocos, donde las cosas se mostraron de una manera extraña. Por un lado recordé lo más triste de estos días de ver los amigos graduarse: que no puedo hacerlo todavía por una materia que en realidad sentí que para pasarla perdí calidad, y me lo dijo también un amigo de El Nacional, y que esas pocas personas del grupo que de verdad quiero se van muy pronto no las voy a ver en mucho tiempo.

Por el otro lado pude ver algo de verdad inusual en la universidad donde estoy, los compañeros de clases se organizaron para pedir algo a escuela, hasta firmaron una carta. La verdad es que sólo había ocurrido en una ocasión anterior, y eso fue para sacar a una persona que a parte de dar la materia de una manera asesina, insultaba a los alumnos (y a sus madres). Espero que no se acobarden ahora y decidan no entregar la carta en ningún momento, ya que dijeron que la entregan después de que se hagan las reparaciones de materias pendientes.

Pero bueno, por lo menos sé que si el profesor se entera de la cuestión antes de tiempo, hay una frase que es su propio argumento para que se dé cuenta que no se puede molestar sino que se debe sentir orgulloso de que nos arriesgamos a hacer algo, aun sabiendo que posiblemente lo único que vamos a lograr es que se moleste con nosotros y posiblemente tome represarías (algo que no creo que pase de todos modos).

Lo único que tenemos que decirle es: “El culillo ya no corre tan libre entre nosotros”, eso debe arrancarle o una sonrisa o un sentimiento de orgullo de que sea así.

Pero nada de lo que pasa actualmente quita de mi mente el mal sabor de saber que tengo que ver 8 materias, terminar tesis, hacer servicio comunistario y soportarme a dos personas que me parecen los mayores desperdicios del mundo... una de esas personas me da clases, y no la soporto desde el primer momento que la vi; ahora me toca verla de nuevo y sé que va a ser una tortura el verle la cara.

Como sé que por lo menos tu esposo me lee, te mando un saludo querida maestra; ¿sabes que los olores de las personas cambien con el ánimo? y los más fáciles de distinguir son decepción e hipocresía. Ese día que me viste tan inmutable mientras me decías las razones para rasparme cargabas ambos aromas en tu piel, por eso no te deje disfrutar de mi tristeza… no lo niegues desde hace como un año me di cuenta que eres una pèrsona muy sádica.

Bueno por ahora dejo a la gente, o mejor dicho dejo de aburrirlos, y me dedico a analizar como explicarle a mi madre muchas de las cosas que debo decirle sobre la universidad; por lo menos parece que ya en mi casa de Puerto Ordaz entendieron que no puedo controlar ciertas cosas y que por esas cosas me salen mal mis planes la mayoría de las veces.