sábado, 16 de agosto de 2008

coversación irreal


Ni siquiera se inmutó ante el regaño de su madre, permanecía inmutable mientras esta le reclamaba. Como en otras ocasiones su madre esperaba que él tratara a las personas en base a los sentimientos que ella tenia con respecto a ellos, por eso le reclamaba que hubiese planeado una salida donde estaba una persona con la que ella se había peleado después que fueran amigos durante un tiempo.

- madre, la verdad es que si no dejo que los pocos sentimientos que tengo interfieran en mis planes, no voy a dejar que los de otros se interpongan entre mis objetivos y yo; cuando dejen de serme útiles me deshago de ellos, no sería la primera vez que lo hago sólo la primera que vas a darte cuenta que lo estoy haciendo.- dijo tranquilamente mientras veía a los ojos a su progenitora, en su mirada sólo quedaba hielo.

En otra época Carlos había sido un niño muy apasionado, pero después de una noche había cambiado por completo. De los sentimientos que generalmente tienen las personas, en él sólo quedaba el miedo, la ira, el deseo y la amargura; los mismos que podría tener un animal, los otros los perdió en una apuesta.

La mamá de Carlos estaba sorprendida de la frialdad que su hijo estaba revelando en ese momento, no entendía como podía ser tan sincero en decir que no le importaban las personas sino que las usaba para luego deshacerse de ellas. Después de un breve silencio donde sólo su expresión parecía comunicar algo, dijo finalmente:” no entiendo como pudiste salir así, ni donde aprendiste a ver a la gente de esa manera; los ves por lo que veo como objetos y no como personas. Me sorprende la verdad que digas eso”

Carlos respondió que no pensara que era culpa de una mala educación, sino que era efecto de una mala decisión que él tomara en el pasado; aunque la verdad que los efectos no habían sido tan malos. Y añadió que un viejo amigo le dijo en una ocasión que “las amistades nacen de una necesidad, tú necesitas algo de esa persona y ella algo de ti; por eso se asocian y se dan lo que necesitan. A veces una de las partes necesita es llenar un vacío de su alma, por eso parece no buscar nada más que una amistad. Pero muchas veces te da tristeza deshacerte de la persona después, por lo que prolongas la relación mas de lo necesario.”

Carlos explicó que cuando no tienes sentimientos, ni alma realmente, no necesitas de las amistades sino de las cosas que te dan y una vez que las usas no te importa botarla y continuar con tus planes. Es cierto que a veces es feo ver que no aguantan el abandono, y bueno dejan de estar en este plano ya que escriben sus momentos finales en un instante de dolor.

- así que déjame disfrutar estos momentos y cuando ya termine con ellos, creo que ni siquiera vas a tener que preocuparte de que estén tristes; me hace falta practicar un poco mis habilidades de la psicología para llevar a la desesperación, por que muy posiblemente lo ultimo que sepas de ellos va a ser en el reverso de un periódico si me entiendes.- se sonrió maliciosamente y se fue a su cuarto a cambiarse, dejando a su madre pensando en la clase de sociopata que tenia por hijo.

Esta historia podría ocurrir en verdad, lo que impide que ocurra es que no es el momento de que sepan los padres la verdad del alma y la mente de algunos de nosotros. Ya algunos de los jóvenes aprendieron que la verdadera razón de la sociedad es una necesidad material, ya no creen muchos en la amistad pura. Y la verdad es que en mi caso creo que hay ciertas cosas que diría mi madre que no son aptas para las personas que leen este blog, tanto por el lenguaje como por el sentido de algunas frases.

P.S: lo escribí dormido, de alguna extraña manera. Después de algunos días decidí publicarlo.

martes, 12 de agosto de 2008



Miedo malhadado, maldita indecisión que atormenta a mi pobre mente. Tener delante de ti la oportunidad dorada de conseguir algo tan bello, de estar a un paso de la fama y el éxito; pero saber que el riesgo es mayúsculo, que no tienes protección como la tienen otros. Tener miedo de las consecuencias que te pueden alcanzar, pero no poder exorcizar de tu mente la idea de hacer algo tan suicida.

Anhelo el momento en que una oportunidad así no signifique el riesgo de prisión, o peor de muerte a manos de quienes en este momento conozco como amigos. Lo peor es que me preocupa más el tener que enfrentarme a las leyes que tener que enfrentarme a las balas, con los abogados te desangras más lentamente y con mayor dolor (sin ánimos de ofender a los 2 millones de abogados que conozco) en cambio con las balas ni te das cuenta cuando te llegan.

Bueno por ahora dejo sólo estas palabras, para ver si escribiéndolas las voces me dan un respiro. La genialidad es algo terrible, pero el tener las oportunidades de hacer algo que te parece apasionante pero es ilegal es la peor tortura. La única manera por ahora de conseguir lo que quiero es cometiendo un crimen al ser cómplice por mi silencio.

martes, 5 de agosto de 2008

todo por un amigo II: llamas de amistad


Llegas tarde, a verdad por un momento pensé que te habías arrepentido de llamarme- ni siquiera se volteó cuando llegó José, le hablo de espaldas mientras tomaba algo de vino tinto- aunque claro, dudo que dejes pasar la oportunidad de ver como alguien vence la muerte. Pocos podrían con la tentación, además sé que te sientes culpable todavía de la muerte de Darío.

No te pude avisar que Verónica se estaba tardando, pero con respecto a sentir culpa por el accidente… creo que ya la superé, él me dijo que no fue mi culpa y me explicó el porque debía pasar lo que paso. Sin embargo, quiero verlo caminando entre nosotros de nuevo.- respondió José mientras se sentaba en la mesa del restaurante.

Si bien la primera reunión fue en un lugar de lo más sencillo, la segunda se dio en uno de los sitios más costosos de la isla margariteña. Según lo explico Carlos Raúl, en la primera ocasión lo iba a pagar un muchacho pero ahora pagaba él que ya no es humano y el dinero no le importa; sólo el placer.

Los otros 6 invitados se fueron sentando en la mesa, eran 4 muchachos de entre 18 y 24 años, el hermano de Darío, Leonardo, y una muchacha, Verónica quien fue la que más cerca estuvo del cuerpo agonizante de Darío.

Les pidió que ordenaran la comida sin pensar en los precios, él pagaba en esa ocasión y quería que sus próximos socios se sintieran cómodos mientras hablaban de levantar a los muertos. Carlos siempre había directo con las cosas, y aunque siempre hablo de poderes sobrenaturales nadie le había creído hasta la prueba que le dio a José.

Se sirvió un poco más de vino tinto francés, disfrutó del aroma de la copa que tenia en la mano y les dijo que ya que había alguien de la misma sangre que la persona a contactar para darles una prueba, iba a hacer algo mas corpóreo para que pudieran disfrutarlo todos; pero lo haría después de la cena.

Una vez que todos cenaron, pagó la cuenta y les dijo que se formaran en un círculo en la playa cercana; allí les daría una sorpresa. Cuando se formaron en el círculo, le pidió a Leonardo una gota de su sangre; cuando la tuvo en su mano recitó los 70 nombres prohibidos y una llama violeta surgió en su mano. Lanzó la llama a la arena donde creció hasta tener el tamaño suficiente para que una persona se parase dentro, y dentro de ella estaba Darío.

Verónica cayó de rodillas llorando, Leonardo corrió a intentar abrazar a su hermano; el resto no podía creer lo que sus ojos les mostraban, tenia frente a ellos a un muerto quien les estaba hablando. Verónica se fue de rodillas a pedirle perdón, a Darío.

-No había nada que pudieras hacer, no te perdono por no haber algo que perdonar. Sé cuanto me quisiste también, más que mi novia me quisiste.- le contesto desde las llamas el fantasma de Darío.

La verdad es que es sólo una muestra lo que les voy a dar, así que finite encantoriem- con estas palabras extinguió Carlos las llamas y devolvió el espíritu de Darío al mundo de los muertos- si quieren hablar más con él traigan 7 varones dispuestos a todo para pagar por la vida de su amigo cuando este la luna llena.

Les lanzó un celular, y se despidió diciendo que si querían llamarlo ahí estaba el número. Vieron como se fue caminando por la calle hasta que la oscuridad lo envolvió por completo y ya no les fue posible verlo más.