jueves, 29 de noviembre de 2007

la máscara


Si la máscara se rompiera y todo fuera mostrado como realmente es, ¿Me seguirían queriendo? ¿Todavía me quedaría alguien en cuyo hombro llorar? Lo dudo pues lo que hay detrás de esta máscara ni yo quiero verlo, es un ser al que nada le queda y un ser que trae la destrucción con él.

La máscara que llevo no es para ocultar una parte de mi ser o de mi alma, sino su ausencia. La uso para protegerlos a ustedes de los que es mi misión en la vida después de esos sucesos, y para poder vivir en una mentira en vez de seguir siendo un ser muerto que anda, habla y come. Un hombre sin sentimientos ya, pues todo lo que en alguna época pudo haber sentido está muerto, un ser que carece de lo que lo hacía humano.

Si la máscara cayera, sé que lo perdería todo y cesaría de existir. El miedo de que eso ocurra es lo único que a veces me recuerda que sigo vivo, que mantiene latiendo este corazón. Sin embargo, hay días que sueño con mostrar lo que soy y lo que debe ocurrir con la humanidad; pero luego la recuerdo y vuelvo al silencio eterno y a la noche primigenia donde la nada era.

Sé que a veces hago cosas para alejarlos, cosas de manera impulsiva y con fines de molestar, pero no es algo que controle yo realmente. Soy un ser dividido, no en dos o tres partes como la mayoría de los mortales, sino en 7 que son independientes el uno del otro y que se pelean por el control. Debajo de la máscara soy algo que detesto, que quisiera dejara de existir… y tal vez algún día tenga el animo de hacer que desaparezca para siempre.

Hasta el día que me decida dejar de existir sigo bajo esta mascara, sufriendo en silencio las mentiras que vivo para no estar muerto.

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