En estos días que no he tenido mi monitor, y por lo tanto no puedo jugar con la PC ni nada de lo que consumía mi tiempo generalmente, me ha tocado conversar conmigo mismo sobre varias cosas. Una de las cosas sobre las que he cavilado es un proyecto de libro que tengo, donde narro la historia de un personaje joven y con ciertas habilidades que le permiten saber cosas de la mente y alma de otras personas; y que tiene de fiel compañero un lobo negro con los ojos amarillos (sí team MBG, tiene elementos autobiográficos)
La cuestión es que al fin comprendí que justamente al tener en ese personaje principal una parte de mí no podía dejar que llegara al final que pensaba darle, no quería dejar que el final del libro fuera decidir si seguir luchando contra la realidad o terminar su vida y su lucha por su propia mano. Pero lo que me ha impedido comenzar a plasmar el libro en algún medio es que comprendí que a pesar de que muchas cosas me confirmaban mi impresión que la bondad y la inocencia ya no existen, una persona lleva en su mirada ambas cosas.
Una persona mayor de edad me demostró que se puede llegar a tener inocencia en éste mundo asqueroso en que vivimos, y por ello es que no quiero dejarme llevar a la total desesperación y dejar que una moneda decida si vivo o no. Sin embargo, cada día pienso más que muy posiblemente me equivoque al ver el alma de esa persona. Por ello es que anhelo irme cerca de donde se encuentra para poder ver si me equivoco y saber si tenemos el personaje del libro y yo una salvación, o ambos vamos a irremediablemente terminar por tomar la salida de escapar de la lucha y dejar que la maldad siga en las lamas humanas.
Los ojos de una persona revelan a quien sabe mirar muchas cosas, pero casi siempre reflejan el dolor que van a causar a otros. Ese dolor no siempre es intencional, pero tampoco se arrepienten de hacer daño a otros. Por ello es que nunca serán capaces de ser buenos, siempre tenderán a la maldad.
La cuestión es que al fin comprendí que justamente al tener en ese personaje principal una parte de mí no podía dejar que llegara al final que pensaba darle, no quería dejar que el final del libro fuera decidir si seguir luchando contra la realidad o terminar su vida y su lucha por su propia mano. Pero lo que me ha impedido comenzar a plasmar el libro en algún medio es que comprendí que a pesar de que muchas cosas me confirmaban mi impresión que la bondad y la inocencia ya no existen, una persona lleva en su mirada ambas cosas.
Una persona mayor de edad me demostró que se puede llegar a tener inocencia en éste mundo asqueroso en que vivimos, y por ello es que no quiero dejarme llevar a la total desesperación y dejar que una moneda decida si vivo o no. Sin embargo, cada día pienso más que muy posiblemente me equivoque al ver el alma de esa persona. Por ello es que anhelo irme cerca de donde se encuentra para poder ver si me equivoco y saber si tenemos el personaje del libro y yo una salvación, o ambos vamos a irremediablemente terminar por tomar la salida de escapar de la lucha y dejar que la maldad siga en las lamas humanas.
Los ojos de una persona revelan a quien sabe mirar muchas cosas, pero casi siempre reflejan el dolor que van a causar a otros. Ese dolor no siempre es intencional, pero tampoco se arrepienten de hacer daño a otros. Por ello es que nunca serán capaces de ser buenos, siempre tenderán a la maldad.
1 comentario:
Respeto tu posicion, pero yo creo que la gente tiene bondad todos inclusive los peores eventualmente tendran un lado bueno. Por ello me alegra bastante que alguien te hizo dudar de tu certeza por lo menos sigue sin vaciarse tu caja de pandora.
Abrazos
Nes
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