miércoles, 25 de febrero de 2009


Poseidón ese dios de los griegos, el dios de los mares y aunque pocos lo recuerdan también de los pesares, me tiene como su marioneta en estos momentos; supongo que disfruta la dulce venganza como hacen todos en estos momentos. Durante mucho tiempo fui inmune a sus ataques, pero toda muralla tiene una debilidad y ya apareció la mía.
En estos momentos los mares de mi interior se sumen en la peor de las tormentas mientras mi corazón y mi razón pelean por darme una solución a mi problema. La situación en otros momentos simplemente la ignoraba pero ya llegó a un punto que es demasiado el daño que puede hacer, y no es tanto por la parte del sentimiento pues la verdad que ni entiendo como es que ahora tiene alguna voz todavía mi corazón después de 3 años sin uso; el problema es por lo ladilla que se ha vuelto y lo estúpido del hecho por el que me están regañando.
Mi madre ya anda o demasiado supersticiosa o demasiado paranoica, si alguien conoce otra explicación para lo que voy a relatar con gusto la escucho, pues ya está regañándome por que le dio “la impresión” de que me “ando portando mal”; eso se traduce en: Me dio el palpito de que te estas drogando y decidí llamarte para regañarte por eso. La cuestión es que no es la primera vez que me regaña por esa misma estupidez, no sé si hacerle caso a la razón de una o ver si los sentimientos tienen una propuesta interesante y que no sea simplemente quererla y aceptarla.
La razón me dice que como no escucha lo que le digo, y es capaz de confiar en un extraño pero nunca en mi, que la aleje de mi vida como con todo lo que hace sólo daño en mi entorno. Sí, es cierto que los mandamientos dicen que los honres, pero según recuerdo no dice que los tienes que tener cerca si lo que hacen es darte más problemas que ayuda; vamos que los puedes honrar a distancia y sin hablarles casi. La otra opción es que la próxima vez no me quedo cayado y le digo todo lo que me he guardado en los últimos 8 años, lo más probable es que termine haciendo lo que ella dice para tratar de hacerme sentir culpable y la mate de un infarto con todo lo que se me puede salir decir; bueno no sé si infarto pero se le va a estallar el corazón.
La verdad es que desde el punto de vista frío, lo que me reclama siempre al final es que soy un gasto para ella; así me ve como un gasto y un estorbo, sólo habla de que gasto y que si es mucho lo que cuesta la universidad o que lo que le manda a mi abuela para que tenga la comida o cosas así.
Bueno, la verdad no sé como calmar este tormento en mis adentros que como parte final de la maldición que me tocó, resulté ser de los que somatizan las vainas y tengo todo el lado derecho del cuerpo doliéndome desde hace dos días. No hablo del dolor normal, sino de que siento como que me pasó un carro por la parte derecha del cuerpo y me aplicaron sal en las heridas; menos mal que soy masoquista y el dolor me da un enfermo placer en ocasiones, por lo que sólo la aparición de los morados y llagas me preocupa.
Acepto cualquier sugerencia, en serio cualquier cosa que pueda ser util; excepto el que me digan que hable con ella, ya llevo muchos intentos y nunca escucha ni entiende.

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