-Tienes Razón, tengo sentimientos pero no los sé manifestar… durante mucho tiempo estuve en un ambiente donde mis sentimientos eran un estorbo a aprendí a desprenderme de ellos.- de esta manera comenzó la conversación Carlos.
Su interlocutor abrió la boca como para darle una respuesta, pero Carlos hizo un gesto con la mano para detenerle.
- Sé, que me vas a decir que no puedo haberme desprendido de ellos. Hay cosas de mí que ya me convierten en algo distinto a un ser humano, no sólo es el hecho de saber cosas que nadie puede comprender o el ver la manera de salvar a toda una nación de su destino y no importarme el que miles morirán; también es el hecho de que empecé a ser demasiado racional y a matarme por dentro.
- ¿cómo que matarte por dentro? No creo que una persona sea capaz de suicidar su alma y dejar el cuerpo intacto.
- el cuerpo sufre, o mejor dicho deja de sentir al morir una parte de tu alma; pero no es mejor a veces el no sentir que el sentir que siempre estas bajo el ataque de tu entorno. El escuchar a tus padres recordarte cada día que ellos se van a morir en cualquier momento, cómo si uno no se diera cuenta que hasta yo me puedo morir repentinamente, y que vas a quedarte sólo. No es tanto la parte económica lo que me dolía de la época en que sabía de ellos cada 15 días si tenía suerte; sino el que las pocas veces que conversábamos ya no eran los diálogos con ellos donde mi mente podía aprender y donde disfrutaba con ellos, eran reclamos lo único que había y casi siempre porque al comprarme ellos con otros jóvenes (algo que ellos nunca aceptan que harían) no los satisfacía.
- Bueno pero no puedes dejar de sentir, es más aceptaste que tienes sentimientos. Así que sabes que sientes, aprende a manifestar lo que tienes adentro y podrás ser feliz. Además ¿me vas a negar que me tengas aprecio?, sabes que me lo tienes.
- Ese es el problema contigo, no puedo estar seguro si te aprecio por despertar una parte de mí que no había tenido estimulo en casi 8 años o te odio por hacer que empiece a sentir de nuevo ciertas cosas, y eso me hace más daño por ahora de lo que me ha hecho el vivir sin sentir ni felicidad ni tristeza y sólo seguir el camino. Sinceramente una parte de mí te odia, pero creo que esa parte no tiene futuro si quiero volver a ser alguien normal. Pero bueno, dejemos de hablar de eso que tengo una lucha entre golpearte y agradecerte que no se va a resolver bien mientras no coma algo.
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