sábado, 17 de enero de 2009

tres sueños y un imposible

Todos tenemos aquellos sueños que queremos lograr en nuestras vidas, esas metas que nos impulsan a seguir adelante en los momentos en que el túnel de la vida te parece encerrar y no logras ver sino una lejana luz al final. Bueno, en el mejor de los casos logras ver al final ese pequeño punto luminoso; en mi caso he llegado a no verlo siquiera por tener gente bloqueando el camino.
Sin embargo, hay tres sueños que todavía mantengo de alguna manera. Esos tres sueños suenan de lo más sencillos pero cuando todos los miembros de tu entorno cercano se encargan de decirte que eso no lo hagas por ser o muy caro para ellos o muy peligroso de acuerdo a sus temores es difícil mantenerte con la esperanza de poder disfrutarlo. Bueno esas tres cosas serían:
- 15 días, 10 destinos y un moral: al graduarme quiere irme a visitar unos sitios de Venezuela, pasarme unos 15 días viajando con un moral, una cámara y las ganas de echar vaina con los panas que andan en varios de esos sitios que pienso visitar; de hecho creo estoy seguro de tener donde quedarme en 4 de esos sitios gratis. Les debo a dos personas una visita a su casa, y en otros sitios puedo quedarme en una posada. Además un día o dos puedo dejar que la ciudad donde ando me brinde la cena, para eso soy creativo y en todos lados le dan algo a Cuentacuentos y malabaristas. Así que puedo ingeniármelas para comer y todo sin problemas.
- Un trabajo divertido: después de hacer mi recorrido quiero conseguir un trabajo donde nunca me tenga que sentir encerrado entre cuatro paredes. Quiero que cada día de mi trabajo sea una nueva aventura y no exista una rutina en el mismo, que conozca por mi trabajo cada día algo nuevo de manera que no se acaben las oportunidades de mejoramiento personal y profesional.
- Volver a sentir pasión: es que llevo demás de tiempo sin poder sentir mucho que digamos, ni física ni anémicamente. Soy un ser muerto en ocasiones, y en otras simplemente en coma. Por eso sueño con volver a sentir algo que me apasione, que alguien me mueva el piso y me logre enamorar de alguien realmente. Pero eso tal vez debo incluirlo como el segundo imposible para mí.

Mi imposible que voy a incluir aquí es la libertad que anhelo, pues me quiero librar de las paredes y de las cadenas. Las paredes son los edificios a los que distintos compromisos me atan, como por ejemplo las clases que me encierran en un salón o un trabajo que me mantenga en una oficina… las cadenas son las cadenas del miedo, no tanto mis propios a los que ya mantengo a raya, sino por miedos de mis seres queridos que siempre que tengo un proyecto poco común busca una razón para decirme que no lo haga: que es muy caro, que es muy peligrosos, que sino voy yo no puedes hacerlo, que no te creo capaz de lograrlo y un largo etc.

Bueno ya que hable de sueños, llevo tres días soñando (dormido esta vez sí) con un carro que tiene un motor que funciona con aire, y puede abrir “hoyos de gusano” para trasladarse largas distancias en cuestión de segundos. Si alguien entiende la ciencia que haga posible eso, manos a la obra que sería fino tener algo así.

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